Sábado 23 de agosto, como viene siendo tradición, celebramos la cena de Viñegra. Desde primeras horas de la mañana un grupillo de gente se reúne para iniciar los preparativos. En primer lugar, se espera a que llegue el camión de Carrefour, que nos sirve la compra que habían realizado el día anterior.
A continuación la tarea mas ingrata de todo el día, montar el chiringuito en la era de Tía María, aunque no lo parezca resulta complicado hacer acopio de tableros, borriquetas y sillas para 100 personas aproximadamente, aunque procuramos tomarlo con el mejor humor posible, esperando que se aproxime el mediodía para saciar la sed, en esta ocasión con un barril de 5 litros de cerveza fresquita, que al principio nos costó aprender el funcionamiento, pues solo salía espuma, pero conseguimos acabar con el.
A eso de la media tarde, nos reunimos de nuevo, para continuar con el tema, unos montando la instalación eléctrica, otros a por hielo para enfriar la bebida, y generalmente las mujeres se encargan de los preparativos de la comida, emplatado, etc…
Aproximadamente a las 21:30 horas comienza a llegar la gente tanto de Hurtumpascual como de Viñegra, una vez todo el mundo sentado comienza el ágape. Generalmente casi todo el mundo participa, unos sirviendo platos, otros bebida, otros haciendo la lista de asistentes para al final pasar la receta.
Entre tanto se comienza a vender participaciones para el sorteo de una bicicleta de montaña que será rifada entre los asistentes al final de la cena. En esta ocasión fue todo un éxito, a pesar de ser menos gente que en la cena de Hurtumpascual, se vendieron mas participaciones, puede que debido a la experiencia de la rifa anterior, aunque me inclino mas, gracias a la especial habilidad para este fin, de José el de Tío Paco, quien a partir de ahora será nuestro rifero habitual.
Mientras se servian los postres, se procede al sorteo de la bicicleta, resultando agraciado Ángel el de Tía Gila
Una vez finalizada la cena, se da comienzo al chocolate, y para quien no le guste el dulce directamente pasa a los cubatas, lo que se prolongaran hasta altas horas de la madrugada dependiendo las ganas de cada uno.
A continuación la tarea mas ingrata de todo el día, montar el chiringuito en la era de Tía María, aunque no lo parezca resulta complicado hacer acopio de tableros, borriquetas y sillas para 100 personas aproximadamente, aunque procuramos tomarlo con el mejor humor posible, esperando que se aproxime el mediodía para saciar la sed, en esta ocasión con un barril de 5 litros de cerveza fresquita, que al principio nos costó aprender el funcionamiento, pues solo salía espuma, pero conseguimos acabar con el.
A eso de la media tarde, nos reunimos de nuevo, para continuar con el tema, unos montando la instalación eléctrica, otros a por hielo para enfriar la bebida, y generalmente las mujeres se encargan de los preparativos de la comida, emplatado, etc…
Aproximadamente a las 21:30 horas comienza a llegar la gente tanto de Hurtumpascual como de Viñegra, una vez todo el mundo sentado comienza el ágape. Generalmente casi todo el mundo participa, unos sirviendo platos, otros bebida, otros haciendo la lista de asistentes para al final pasar la receta.
Entre tanto se comienza a vender participaciones para el sorteo de una bicicleta de montaña que será rifada entre los asistentes al final de la cena. En esta ocasión fue todo un éxito, a pesar de ser menos gente que en la cena de Hurtumpascual, se vendieron mas participaciones, puede que debido a la experiencia de la rifa anterior, aunque me inclino mas, gracias a la especial habilidad para este fin, de José el de Tío Paco, quien a partir de ahora será nuestro rifero habitual.
Mientras se servian los postres, se procede al sorteo de la bicicleta, resultando agraciado Ángel el de Tía Gila
Una vez finalizada la cena, se da comienzo al chocolate, y para quien no le guste el dulce directamente pasa a los cubatas, lo que se prolongaran hasta altas horas de la madrugada dependiendo las ganas de cada uno.
Al día siguiente, como también viene siendo tradición, con las sobras nos volvemos a reunir a la hora del vermouth, en esta ocasión cabe destacar el detalle de la persona que resultó agraciado con el lote de ibéricos en la cena de Hurtumpascual, que llevo unos platos para que al menos lo probásemos.
GALERÍA FOTOGRÁFICA
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Os agradecemos a todos vuestra participación y os esperamos a todos en las próximas actividades.